Tienes los ojos de tener una voz bonita. Acabamos de conocernos, y tu piel ya huele a mi armario -a un lado la ropa- y puedo inundar mis manos en tus recuerdos y cruel, arrancarte de dentro todo hasta dejarte hueca. Para poder llenarte de Lunes nuevos, de zumos de limón y de un nosotras a ritmo de blues.

Beso por tercera vez tus labios y ya saben a historia, a tranvías por senderos de niebla, a atardeceres y vino tinto. A ecos de fado que resuenan en un mañana y se miran fijamente las manos, y la tierra de haber plantado raíces se cuela por entre los dedos. Que maravilloso sería pintarte con esos mismos dedos todas mi dudas y que las borraras a besos por la piel!