Relat de setembre: “Cuando éramos felices”

Juan apura su segundo coñac apostado en la barra del bar sin atender apenas al partido de fútbol que emiten por el televisor. Un viejo Sony Black Trinitron que lagrimea churretes de aceite, consecuencia del arduo trabajo de la freidora durante catorce incesantes horas al día, recalentando pancetas con sabor a cebolla pochada. Todavía le duele el costado, pero confía en que a medida que trascurra la noche, el malestar remita. Pide su tercer Magno. Prisa no tiene y tarde no es. O sí. Tal vez sean ya horas de recogerse para un hombre casado, con tres hijos y parado desde hace seis años. Ya no se acordará de encofrar, piensa. Ahora, con cuarenta y ocho años y algo jodido de salud, tampoco sería como el de antes. Escoria humana, piensa.

Pedro Luís Méndez Sánchez


Comentaris

Deixa un comentari

L’adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc web utilitza cookies perquè tingueu la millor experiència d'usuari. Si continueu navegant, esteu donant el vostre consentiment per a l'acceptació de les cookies esmentades i l'acceptació de la nostra política de cookies, punxeu l'enllaç per a més informació.

ACEPTAR
Aviso de cookies